Primaveral mañana, ¡vaya temperatura!. Puntuales, a las diez horas de este "veinticinco-1 de dicembre, fun, fun fun... ",
ahí estábamos algunos Xtrem -pocos- . Misión: subir al Teixe, a toa
hostia; o como lo diría Arenas: "sin pasar de ciento cincuenta
pulsaciones". Bueno, pasamos lista... y sólo faltaban los que no habían
venido, menos Loli, que sí estaba. Pues ya, ¡vamos pa arriba!.
Por
ahí, por El Barranco de los Molinos, bien, tranqui, sin poblemas y ya
está, depués, a la altura de la senda que se mete a la balsa en Santa
María, se coloca delante Arenas, indica la consigna: ¡eh chavales, sin pasar de ciento cienta pulsaciones! -vamos las que tenía yo en la Plaza de la Iglesia, porque ahora, va ser que no- y se acabó la salida festiva.
Ya
casi arriba de Folladeres comenzamos a encontrar a los más rezagados de
los andarines, también con el mismo propósito que nosotros, llegar al
Teixe, pero -como diría ZP- con talante . Algunos conocidos, pero no se
podía saludar a nadie, entre el sabor a sangre de la garganta y las
"pirañas" devorándote el pecho, dificílmente se podía corresponder a los
saludos. Ya en lo que queda de la masia, antes de comenzar la subida
hasta El Serrallo. "La Organización" tenía preparado al fotografo;
recomposición de las caras, sonrisita habitual para estos menesteres y
fotico del grupo como si no estuviera pasando nada.
Seguimos camino en dirección al Caño, tranquilos, por supuesto hasta que llegó la subida, otra vez: "eh chavales, sin pasar de ciento cincuenta pulsaciones";
ya ni me acordaba que podía latir mi corazón tan despacio. Lo mejor en
estos casos es no mirar el pulsómetro ¡pa qué, es tontería!. Una vez en
la casa del susodicho paraje, dicen "los cansaliebres" que esperáramos
unos minutos para que se recompusiera el grupo, !pero qué dices!, si yo
lo que necesitaba era que me dejaran ventaja, así que, algunos hicimos
oídos sordos, y continuamos, y no era por falta de compañerismo, sino
por instinto de supervivencia.
Del
Caño a la pista que sube al observatorio forestal, bien; no todos, ya
que alguno, to sobrao de fuerzas, se tiró, no se cayó, se tiró, e hizo
incluso alguna flexión de brazos, casi tocando la nariz en el suelo
"behing the musgo" -como diría mi tocayo-, con la mala fortuna para la
montaña de dañar una de sus piedras con la punta de su dedo pulgar -ya
veremos si no lo han visto desde el observatorio, y le llega a casa la
multa con la foto-. Por fortuna no pasó a mayores, y según luego
contaron los que pasaron más rezagados, no observaron en la montaña
daños significativos.
Ya
podíamos ver la romería que se dirigía a lo alto, ordenadamente
obstaculizando los que bajaban con los muchos que intentaban subir por
la estrecha senda, había que subir aun por encima de la muchedumbre,
unos cuantos empujones, algún atropello, ¡qué maravilla, qué paz en la
montaña!. Al fin, conseguido, bueno casi, ¿había un belén?, yo lo único
que pude ver es la punta de lo que me pareció una cruz, aquello parecía
más "el salto de la reja" en El Rocío. Ale, vamos pa abajo, y yo sin
comerme ni un polvorón de los dos que llavaba ¡me cachis!; aunque claro,
sin mistela, ni sidra, ni frio, pues la verdad es que no apetecía
mucho. Esto otro año no pasa, al de las "ciento cincuenta pulsaciones"
le hacemos cargar con un esportillo de viandas navideñas y bebidas
espirituosas.
En
el Serrallo, fotico y pa abajo a la voz de "Jorge Javier el último".
Trago de agua en el Barranco de Los Molinos, y continuamos, a pesar de
las dudas de Loli que preguntaba "pero para qué corréis tanto, si ya
llegamos antes de comer"; claro, ella no sabía que manteníamos la
consigna de no pasar de ciento cincuenta pulsaciones. Ya está, después
de dos horas, regresamos al punto de partida. Nos felicitamos todos,
incluso los que no estaban, también las navidades, y pa casa.
FELICES FIESTAS, y recordad: ¡sin pasar de ciento cincuenta pulsaciones!.
Buena crónica, yo diría que buenísima y eso que estoy acostumbrado a las de nuestro amigo Pedro.
ResponderEliminarEn fin que este próximo año que está a punto de entrar, nos traiga a cada uno lo que le hemos pedido.
Hola soy L. Arenas,
ResponderEliminarquisiera felicitar a nuestro compañero Juanjo por esta acertada crónica de la subida corriendo a la teixereta. yo personalmente me divertí muchísimo recordando esta subida que hacia justo un año que no realizaba.
Haber si organizamos otra salida y se animan más miembros del club TEIXERETA. FELICES FIESTAS
Don Juanjo Motta nunca dejará de sorprenderme....
ResponderEliminar¡Hombre!, hubiera sido más apropiado como titular de la crónica: "Se armó el Belén"; pero bueno, tampoco está mal esta otra, le da un toque que puede tocar la fibra a algún aficionao de "Castalla Internacional". La próxima que tengo preparada es "Se montó la marimorena"; espero que os guste, o no, qué más da, si leeis to lo que se os pone. García por los elógios.
ResponderEliminarDia y hora para la marimorena que ma puntoooooooooo!!!!
ResponderEliminarMuy buena la crónica, yo subí en busca del turrón perdido, que un buen amigo de el amigo Paco me ofreció para recuperar las fuerzas que había perdido por el camino, buscando el avituallamiento que no encontramos....Bueno espero para éste 2013,
ResponderEliminartambién ir a 150, ya os pillaré,ya....de ilusiones también se vive.
SALUDOS...NOS VEMOS.
!!FELIZ AÑO NUEVO¡¡